La Iglesia Virgen del Rosario, ubicada en el corazón de Roquetas de Mar en la Plaza de la Constitución, es un templo de incalculable valor arquitectónico y religioso. Para los roqueteros, este pequeño templo tiene un profundo significado cultural y social, sirviendo como punto de encuentro y celebración. Su historia se remonta a mediados del siglo XVIII cuando el crecimiento demográfico de la ciudad hizo indispensable la construcción de un lugar de culto que pudiera albergar a todos los fieles. Su nombre es fruto del azar, pues la mano inocente de un niño sacó de una bolsa la papeleta con el nombre de la Virgen que hoy se venera en este templo.
Antes de que se construyera esta iglesia, los habitantes de Roquetas de Mar se reunían en una pequeña capilla en el interior del Castillo de Santa Ana. Sin embargo, el crecimiento de la población hizo que fuera necesario un templo con mayor capacidad. El obispo, Fray Gaspar de Molina y Rocha, aceptó la construcción del nuevo templo con la condición de que los vecinos contribuyeran con una parte de los gastos y se estableció un plazo de año y medio para la construcción total de este templo. Al finalizar este tiempo, alrededor del año 1750, solo se había construido lo que los vecinos habían financiado, una situación que se mantuvo durante diez años.
La Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, tal como la conocemos hoy, es el resultado de numerosas reformas a lo largo de su historia. La primera de ellas en 1787 a cargo de Juan Antonio Munar, discípulo de famoso arquitecto Ventura Rodríguez, quien originalmente diseñó el templo. Posteriormente, el terremoto de 1804 y la Guerra Civil también provocaron desperfectos importantes que hubo que restaurar. Sin embargo, la reforma más destacada fue la realizada en 1957 por el artista almeriense Jesús de Perceval. Además, la iglesia es conocida por el artesosado múdejar que conserva en su interior. Albergando joyas como una armadura mudéjar, de las últimas de toda la provincia, o un retablo del altar mayor sobre Escenas de la Virgen de Jesús de Perceval.