Roquetas de Mar representa la identidad más antigua y reconocible del municipio, un lugar donde la tradición marinera sigue muy presente en su arquitectura, en su gastronomía y en la vida de su gente. Sus calles cercanas al puerto reflejan décadas de convivencia entre pescadores, comerciantes y familias que han contribuido a su desarrollo. El castillo de Santa Ana, el faro y el paseo marítimo conforman un entorno en el que historia y modernidad se entrelazan. Además, la presencia de mercados locales, espacios culturales y una intensa actividad social convierten a Roquetas de Mar en un núcleo lleno de vitalidad, donde cada rincón evoca su profundo vínculo con el Mediterráneo.